La Sra. Tomasa estrena nuevo album «1040»

La Sra. Tomasa nos transporta a Colombia, México, Vietnam y EE.UU en un viaje musical en el que los elementos tradicionales se mezclan con la electrónica.

La Sra. Tomasa nos presenta su cuarto disco, “1040” (Guspira Records). Un disco que coincide con los 10 años de carrera del grupo, que tras 3 años girando sin parar por países como Estados Unidos, Colombia o Vietnam, ha culminado esta travesía con este álbum de estudio.

1040 son los días que han pasado desde que el grupo tomó el primer avión rumbo a México hace 3 años hasta la fecha de lanzamiento del disco. Un álbum lleno de historias y matices musicales multiculturales que se entrelazan con diferentes interludios, conectando al oyente con este viaje musical.

Partiendo del centro del álbum, en el espectro estilístico que despliega La Sra. Tomasa en “1040” encontramos un núcleo de sonidos muy característicos de ellos. El de ‘KING OF MAMBO’: un hip-hop desenfadado que habla de fortaleza y de picardía; el peso de un bolero, lento y amargo, mezclado con el ritmo del beat de ‘MALA FAMA’, que trata de los desencantos de la vida en general; y el drum ‘n’ bass sintético marca de la casa en ‘SEVA’, donde le dan la vuelta al reproche para aprender a liberar y soltar.

Sin embargo, más allá de su estilo más reconocible, la banda flirtea con elementos de culturas musicales de algunos de los lugares que han visitado durante su viaje. Como Vietnam, donde hicieron una inmersión total para crear ‘MUNDO’ a partir de historias, instrumentos e ingredientes locales; México, donde compusieron junto a una banda de mariachis la ranchera ‘POR LA VIDA’; o Colombia, lugar en el que grabaron la marimba sampleada de ‘BÉBEME AGUA’, un tema con un marco sonoro muy tribal y primario que, de alguna manera, expresa la confianza en la fuerza del río para aprender a dejarse llevar por el camino elegido.

Por otro lado, el concepto del camino es crucial en “1040”. El álbum comienza con ‘UN RUMBO SIN DESTINO’, un tema que nos invita a avanzar hacia lo desconocido en un viaje por dos mundos: el que nos rodea y el que llevamos dentro, guiados por las señales que se manifiestan en los latidos y en las experiencias. De aquí nace el fuego interno que nos guía, nos ayuda a auto-definirnos y narrarnos, reflejado en la frenética ‘CAMINO’. A lo largo del disco, además, encontramos ciertas piezas que celebran los vínculos que creamos durante el trayecto.

En este recorrido, La Sra. Tomasa celebra vivir momentos como los que reflejan los interludios: encontrarse con aquel tipo que tocaba una gaita colombiana en Brooklyn, o con el señor de 70 años con una güira de metal en Medellín, o la locura de un concierto que vieron antes de hacer el suyo en Ho Chi Minh, o la formación de son jarocho que hicieron en Coyoacán, Ciudad de México, o aquel momento con Kiko, el propietario de un estudio en Austin (Texas), cantando a capella en memoria de su madre…

Todos estos recuerdos, que no se disuelven como lágrimas en la lluvia, conforman una especie de mixtape de historias unidas por el valor que la banda otorga a la memoria vivencial, reivindicando al mismo tiempo el valor del tiempo como recurso finito. Por eso, lo único que nos pide La Sra. Tomasa como oyentes es que entendamos que “1040” es un disco concebido para que te detengas, no para que te entretenga. Porque el arte, cuando mejor se asienta, es cuando es un ejercicio activo y no pasivo.